El tabaco y sus virtudes
- MediumPanamá
- 28 dic 2017
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Cuenta la historia que en la antigüedad se usaban las hojas de Tabaco para sanar... aun lo hacen!
tabacoesoterico

El tabaco y sus propiedades
La planta Nicotiana tabacum es originaria de la zona del altiplano andino y se extendió por todo el continente alcanzando el Caribe entre 2.500 y 3.000 años antes de Cristo. Las poblaciones indígenas ya habían tenido contactos con el tabaco antes de la llegada de Colón y lo usaban en una relación más o menos intensa. En este sentido existen esculturas y pinturas precolombinas que representan personajes en alguna acción relacionada con el tabaco.
Diversos viajeros españoles relataron la costumbre de los nativos americanos de fumar las hojas secas de tabaco y enrolladas, en las Antillas, la Florida, México y Brasil, para lo que utilizaban unos artilugios en forma de rollo de hojas o tubos a manera de pipas. Los indígenas mexicanos le atribuían propiedades medicinales y la usaban en sus ceremonias. Con la conquista europea, el tabaco empieza a perder su sentido cultural y ritual y pasa a tener un uso más cotidiano. Rodrigo de Jerez, junto con Luis de Torres, componentes de la primera expedición de Colón, supusieron el primer contacto de los españoles con el tabaco, cuando realizaban un reconocimiento de la isla de Cuba.
Es el yetl una hierba de raíz corta, delgada y fibrosa de donde nacen tallos de cinco o más palmos de largo, vellosos, desordenados, estriados y lisos; hojas anchas, oblongas y hasta cierto punto parecidas a las del lampazo; flores semejantes a las del beleño que dejan, cuando caen, cápsulas llenas de semillas. Llaman los haitianos a esta planta tabaco (y de ellos se transmitió el nombre no sólo a los indios, sino también a los españoles), porque se mezclaba a los sahumerios, que igualmente llamaban tabacos. Algunos lo llaman hierba sagrada, y, otros, nicociana. Sus propiedades son bien conocidas: las hojas puestas a secar, envueltas luego en forma de tubo e introducidas en cañutos o en canales de papel, encendidas por un lado, aplicadas por el otro a la boca o a la nariz, y aspirando el humo con boca y nariz cerradas para que penetre el vapor hasta el pecho, provocan admirablemente la expectoración, alivian el asma como por milagro, la respiración difícil y las molestias consiguientes". Además: "Se embota el sentido de las penas y trabajos, e invade por completo el ánimo como un reposo de todas las facultades.
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